Search This Blog

Friday, December 31, 2010

Ejercitando el Alma


Job 11:15: Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; 

Para nosotros lucir un cuerpo bien definido debemos ejercitarnos y luego mantenernos ejercitándonos, porque es imposible tener un cuerpo definido sino lo acondicionamos, muchos queremos tener cuerpos fortalecidos en los que no existan ningún tipo de flacidez e imperfección, pero sin tener la obligación que conlleva el tener que llevar algún tipo de peso sobre nuestros hombros. Nos sentamos a ver como otros se fortalecen y ganan músculos, en ocasiones nos preguntamos porque esa persona tiene ese cuerpo y porque yo no, porque mi cuerpo es flácido o porque no puedo ponerme una camisa de una talla mas pequeña y esa otra persona si.

El esfuerzo junto a la dedicación son muy importantes, estos hacen una combinación que a su vez nos hace mas fuertes. El que hace ejercicio poco a poco va aumentando la cantidad de peso que puede sostener, y su preparador físico sabe cuanta cantidad de peso este puede levantar en cada una de las etapas de la evolución de su físico y por lo tanto poco a poco le va aumentando el peso y en ocasiones ni tan siquiera le dejara saber en que momento lo hará levantar un poco mas puesto que el sabe que ha ganado mas fuerza para poder sostenerlo. Así es el Señor con nosotros, el nunca nos da mas peso del que podamos llevar, inclusive nos sorprendemos muchas veces al ver que hemos podido levantar mas peso del que habíamos podido hacerlo antes, ya que tenemos tenemos mas fuerza y la habilidad para hacerlo porque Dios ha incrementado nuestras fuerzas.

Pero el mantenimiento de nuestra mente, debe ser como el mantenimiento del cuerpo, este nunca se debe dejar de hacer ya que al dejarlo de hacer nuestro cuerpo comienza a perder masa muscular y a tornarse flácido, inclusive si han notado muchos de estos hombres se quedan con cuerpos anchos pero mal distribuidos, como si fueran obesos pero a la misma vez con una piel endurecida. O sea que el que se va a dedicar a hacer ejercicios debe hacerlo todo el tiempo manteniendo la misma intensidad ya que el dejarlo puede tornarse en que su cuerpo no vuelva a ser el mismo.

En los caminos de Dios, sucede algo similar, deseamos algún día comenzar a ejercitarnos, porque deseamos llevar nuestra mente y nuestro corazón a nuevas alturas, pero a diferencia de algunos que comienzan hacer ejercicios no queremos seguir el plan de trabajo que se nos asigna (Plan de Salvación), seguir la alimentación que se nos recomienda (La Palabra de Dios), los días de visita al gimnasio (La Iglesia), el tener un buen entrenador físico (El Pastor), buscar las vitaminas y los suplementos que nos ayuden en la alimentación (El Ayno y La Oración ) y levantar el peso que se nos asigne (Pruebas y Resposabilidades).

Hay un plan de trabajo que se nos asigna, un plan de salvación el cual comienza con nuestra entrega a nuestro Señor Jesucristo, o sea le estamos entregando todo nuestro ser para que lo fortalezca. El nos prepara y nos ha tenido siempre un plan bien delineado para nuestras vidas con el objetivo de que nosotros deseemos buscarle y seguir sus recomendaciones para que tengamos una vida sana y llena de alternativas que nos den salud a nuestra alma.

Nos comienza con un buen plan de alimentación, el cual nos abre el apetito hacia cosas nuevas y mas nutritivas, comenzamos a tener hambre de cosas buenas y conocimiento de Dios y ya no mas de aquellas cosas que enfermaban nuestra vida. Dios nos da como plato principal su palabra la cual nos alimenta cada día, la cual nos fortalece y nos anima a seguir ejercitándonos para hacernos cada día mas fuertes.

Pero nosotros no debemos ser visitantes de paso al gimnasio sino que tenemos que ser visitantes asiduos de todos los días e invertir el tiempo necesario para que nuestra visita al mismo sea de provecho, nosotros no podemos entrar por la puerta y ser simples observadores de los que allí se ejercitan, porque mirándolos solamente no podemos ejercitar nuestro propio cuerpo, y de hecho estamos perdiendo el deposito que hicimos el entrar.

Nosotros depositamos nuestra fe en Dios y decidimos tomar un paso de entrada a la iglesia y de momento comenzamos con gran ímpetu a ejercitarnos y a fortalecernos pero de un momento a otro dejamos de hacerlo y comenzamos a ir a la iglesia pero tan solamente como meros observadores y ya no como hacedores por lo cual el deposito de la fe que alguna vez depositamos la estamos perdiendo porque no le estamos dando mas uso a la misma.

Cuando uno entrena debe no solamente buscar un buen gimnasio sino también se debe buscar un buen preparador físico, por lo tanto en los caminos del Señor esto no viene a ser nada diferente, debemos buscar una buena iglesia y a un buen pastor, un lugar donde se lleve a cabo la buena doctrina, donde se ejercite nuestro pensamiento de una forma correcta, para que luego estemos preparados para cualquier lucha contra el enemigo, cuando un entrenador físico te prepara lo hace con la intención de que su lugar gane buena reputación, que su cliente este satisfecho y al ver las demás personas el resultado en el pueda así ganar nuevos clientes y que este pueda ir hasta competencias quizás de fisiculturismo, a diferencia de esto el pastor lo hace para que tengamos una base solida, para que encontremos satisfacción en Cristo Jesús y así por medio del testimonio de este se ganen nuevas almas y para que cuando nos enfrentemos al enemigo lo hagamos de una forma efectiva.

El gimnasio tiene un área en donde los clientes buscan vitaminas y suplementos dieteticos que los ayudan en su crecimiento físico, así también la iglesia tiene fuentes de crecimiento y estas son el ayuno y la oración, estos complementos nos ayudan a crecer y ser mas grandes no en masa muscular sino en nuestro espíritu, en nuestro interior.

En el gimnasio dependiendo del tiempo que llevemos se nos dice este es tu plan de preparación y este el peso con el comenzaremos levantando con miras a que vayas creciendo en músculos y puedas mas adelante seguir hacia otro peso, pero por el momento no te daremos mas de este porque sabemos cual es tu resistencia y cual peso puedes soportar en otras palabras no te daremos mas peso del que puedas soportar. Cuando entras a la iglesia queremos obtener las cosas de forma rápida y que sean ligeras de peso no estamos dispuestos a cargar peso de mas a lo que deseamos, aun sabiendo que podríamos sostenerlo, porque por el contrario comenzaremos a tomarlo como algo muy cansado que nos debilita y no estamos de animo para sudar. Entendemos que Dios no esta dando demasiado peso y comenzamos a cuestionarlo no dándonos cuenta que El de ninguna manera nos sobrecargara de peso, El sabe que peso puede ser manejable para nosotros y por lo cual no vamos a salir lastimados sino fortalecidos.

El como un preparador físico se pondrá detrás de nosotros como cuando un levantador de peso esta en su banquillo levantando las pesas y el entrenador se coloca a la parte de atrás por si en algún momento este no puede levantarlo y asi rápidamente el entrenador estará atento para meter sus manos y ayudarlo a levantarlo en el momento oportuno.

Las Pruebas dadas por Dios nos hacen mas fuerte, las responsabilidades que el ponga delante de nosotros nos hace mas eficaces por lo cual son necesarias para cada ser humano. Muchas veces buscamos toda clases de excusas e inclusive ante las cosas mas sencillas que nos pide el Señor para no llevarlas a cabo porque esperamos mas resultados por el poco interés o el poco esfuerzo que le dedicamos. Debemos ejercitarnos en todo momento, con mucho interés en la disciplina a la que nos estamos sometiendo. Dios quiere llevarnos a nuevas alturas, pero debemos dejar que nuestro preparador espiritual haga su trabajo y nos sometamos al mismo, para que así podamos ver un trabajo bien realizado en el cual seamos fortalecidos y preparados para cualquier situación venidera. Ejercitándonos para hacernos mas fuertes antes y después de cada prueba, fortaleciéndonos en su espíritu y en su verdad haciéndonos mas fuertes para enfrentar lo que la vida nos trae y contra lo que el enemigo nos quiera quitar. Dios nos prepara y nos instruye, siempre y cuando estemos dispuestos a esforzarnos en el ejercicio, preparándonos para ser mas fuertes siempre en Cristo Jesús.

Debemos entender que una vez hemos sido capacitados debemos siempre animar a los mas débiles exhortándolos a que se ejerciten y sean mas fuertes cada día para así poder sobrellevar todas las cargas que se nos puedan afrontar y enseñarles que siempre cuentan con el mejor lugar para que eso suceda que esla iglesia (el gimnasio), pidiéndole a Dios siempre que nos ponga en mano de un buen pastor (entrenador físico), enseñándoles a fortalecerse siempre en el ayuno y la oración (vitaminas y suplementos), para que así podamos superarlas pruebas y responsabilidades (levantar el peso) que se nos asigne para así cada día hacernos mas fuertes en Cristo Jesús. 1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Juan B. Luna

No comments:

Post a Comment